Los Mayores y el Síndrome Postvacacional
Los Mayores y el Síndrome Postvacacional: Cómo Afrontar la ‘Cuesta de Septiembre’
Con el regreso a la rutina tras el verano, muchos mayores sufren lo que comúnmente se denomina «síndrome postvacacional», un descenso en el ánimo asociado con el retorno al trabajo o al colegio. Aunque este fenómeno se asocia principalmente con estudiantes y adultos en activo, los mayores también experimentan los efectos de la vuelta de las vacaciones. Porque muchos ancianos han disfrutado más de su familia en verano. Ya sea viendo más a sus nietos, disfrutando de la compañía de hijos que viven lejos o yendo de viaje con la familia. Mientras que en algunos casos los mayores van a una residencia de ancianos en Almería, como RECOPEMA, para disfrutar de los servicios de respiro familiar.
Virginia del Val, psicóloga en la residencia emeis de Santo Domingo, una de las más de veinticinco de este grupo en Madrid, aclara que, en el caso de los mayores que viven en residencias, el impacto emocional del fin del verano puede ser menos pronunciado. Esto se debe a que las residencias mantienen rutinas de actividades y terapias que ayudan a mitigar el cambio. Sin embargo, del Val reconoce que los mayores con síndrome postvacacional también pueden sentir el impacto de lo que se podría llamar la «cuesta de septiembre»: “Durante el verano, los mayores suelen disfrutar de más salidas al exterior y actividades al aire libre, gracias al clima más agradable. También es común que incrementen las visitas familiares, salidas a comer o viajes, y este aumento en la actividad puede hacer que la vuelta a la rutina resulte más notoria”.
El Papel de la Luz Solar y el Cambio Estacional en los Mayores
La transición del verano al otoño trae consigo una serie de cambios en el clima, como la disminución de las temperaturas y la reducción de las horas de luz solar. Estos factores pueden influir en el estado de ánimo y provocar lo que se conoce como Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Según la psicóloga, aunque no se ha identificado un origen específico, se sugiere que el TAE puede estar relacionado con una disminución en la producción de neurotransmisores clave como la serotonina y la melatonina.
Para los mayores con síndrome postvacacional, a veces, estos cambios se minimizan. Ya que se interpretan como síntomas normales de la edad. Sin embargo, la percepción de la salud mental está evolucionando y cada vez se presta más atención a estos aspectos. En las residencias emeis, el enfoque en la salud mental es integral; todos los centros cuentan con psicólogos y el equipo multidisciplinar se reúne periódicamente para identificar signos de alerta y tomar medidas adecuadas. Se proponen actividades estimulantes y agradables, como talleres de baile, para promover un estado de ánimo positivo durante el cambio de estación.
Adaptación a la Nueva Estación
Con el descenso de temperaturas y la menor presencia de actividades al aire libre, las residencias adaptan sus programas para mantener a los residentes activos y entretenidos. Así, actividades como los baños en la piscina o las guerras de globos de agua en verano se sustituyen por talleres de dibujo, escritura, y, si el clima lo permite, excursiones otoñales en contacto con la naturaleza.
La convivencia en las residencias también juega un papel crucial en el bienestar emocional de los mayores. La interacción social, tanto con otros residentes como con el personal del centro, ofrece un valioso apoyo emocional. Del Val destaca que el acompañamiento y la participación en actividades conjuntas aumentan las oportunidades de socialización y fortalecen el sentido de comunidad entre los residentes, contribuyendo así a una mejor salud mental.
En resumen, aunque los mayores también pueden experimentar el síndrome postvacacional y la «cuesta de septiembre», las estrategias implementadas en las residencias, junto con la atención especializada y la promoción de actividades positivas, ayudan a facilitar una transición más suave hacia la nueva estación. La combinación de apoyo social y adaptación a los cambios estacionales juega un papel fundamental en el mantenimiento del bienestar de los mayores durante todo el año.